viernes, 14 de agosto de 2009

La servilleta aventurera

Cierto día, (el pasado martes, para no ir muy lejos), nos encontrabamos en el paseo marítimo de Torrevieja, sentados en la terraza del mamafina, (al lado del keepers y del burri king), comiendo tranquilamente, con nuestras cervecitas y nuestra cosa buena.

Ese día hacía aire, pero nosotros, como machos ibéricos, decidimos comer en la terraza, al igual que mucha otra gente, pues la terraza estaba llena.

Mientras nos servían y no, como siempre, no pude evitar mi costumbre de intentar hacer una cara con una servilleta de papel. Cuando ésta estuvo terminada, nos pusimos a jugar con ella, que si me la pongo yo en la cara, ahora te la pones tu, ahora..., el caso es que una vez que la tenía en la mano, no se porqué, pero vino una racha de aire que me arrebató mi servilleta de las manos, y salió volando, aterrizando justamente sobre la cara de un tío que estaba sentado dos mesas más alante, y que medía como un armario ropero, 80x80 más o menos.

Pero lo mejor de todo, es que le aterrizó en la cara a la perfección, es decir, los agujeros de los ojos, coincidían con los suyos, los de la boca también, en fin, parecía que aquella servilleta hubiera sido hecha exprofeso para esta persona.

El caso es que el tio se empezó a mosquear mirando para todos los sitios, mientras que Angel y yo, no podíamos evitar el correspondiente descojone.

Al final nos conseguimos escaquear de la situación (como nunca), pero por los pelos...

Moraleja: No "juguís" con servilletas de papel, que las carga el diablo.

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